jueves, 9 de junio de 2011

Les Paul

Lester William Polsfuss nació en Waukesha, Wisconsin, Estados Unidos, el 9 de junio de 1915. Murió en Nueva York, Estados Unidos, el 13 de agosto de 2009.


–Así. Lo quiero así –dijo el tipo mientras con su mano izquierda, la que todavía podía mover a pesar de los vendajes, le doblaba el codo derecho al médico que lo atendía.
–Como una “L”. A noventa grados –afirmó el doctor, pero no era una aseveración sino una consulta. Quería saber si había entendido bien. Él –el doctor— no sabía nada de música. No tocaba ningún instrumento. No sabía.
–No. No a noventa grados. Un poco menos –corrigió el tipo, que no sabía nada de geometría. No quería un ángulo menor sino mayor. Un poco menos doblado el brazo, ésa era la idea que buscaba transmitir. Por suerte aclaró antes de que oscureciera: –Un poco más abierto. Así –y volvió a acomodar el brazo del médico. Él –el tipo—tenía 33 años y había venido andando con su Buick por la Ruta 66 de Wisconsin a Los Ángeles cuando, a la altura de Oklahoma, el pavimento helado hizo patinar el auto que dio unas cuantas vueltas en el aire antes de parar. La sacó barata: nada más el brazo derecho le quedó a la miseria. En el hospital le explicaron la situación: podían amputarlo o dejárselo rígido para siempre; el codo no servía más. Entonces fue cuando él dijo que rígido, sí, pero no recto. –Así –dijo--, y le mostró cómo al médico que lo atendía. Era la posición que necesitaba para poder, por el resto de su vida (que fueron 61 años), seguir tocando.
El mástil grueso, dos micrófonos doble bobina, el cuerpo macizo pesado como una valija de rulemanes. Ésa es la guitarra Gibson Les Paul. ¿Cómo suena? Gruesa, redonda, sostenida, con notas largas, acordes llenos, cuerdas estiradas que no se acaban nunca. “Whola lotta love”, de Led Zeppelin. Buscá en Youtube. Eso es la Les Paul. O el solo de Eric Clapton en “While my guitar gently weeps”. Para quien no lo sepa, desde que se inventó el rock, las guitarras son dos: la Les Paul y la Stratocaster. Después están las otras.
Pero volvamos a este hombre, el del accidente en Oklahoma. Se llamaba Lester Polsfuss. Y se hacía decir “Les Paul”. Efectivamente; ahora todo cierra, ¿no? Lo que le gustaba a Les era tocar la guitarra. Lo que no le gustaba eran las guitarras eléctricas de cuerpo hueco que eran las que existían en aquellos años, década del 30 del siglo pasado, “los treintas”, diría Caparrós. Veinteañero emprendedor, si lo que hay no sirve inventemos una que sirva, se dijo e hizo. A la primera le puso The Log (“La Madera” o “El Tronco”), nombre apropiado, ya que se trataba de un ladrillo de madera (“un paralelepípedo”, diría Arlt) al que le pegó un mástil de guitarra Gibson. No andaba bien. Después metió el ladrillo dentro del cuerpo hueco de otra guitarra eléctrica. La cosa mejoró un poco y quedó algo más presentable, pero no mucho. Pasaron casi 15 años, y aquel vuelco que lo dejó tullido, hasta que, con su prototipo, sus sugerencias y la mano de obra de la fábrica Gibson, nació, en 1951, la Gibson Les Paul (dato para los que están en tema y no lo saben: esa primera Les Paul no era como las de ahora, sino similar a la Gibson SG. Qué cosa, ¿no?).
La historia interesante de Les termina acá. Vivió casi 50 años más, con ese brazo chueco que, cosa curiosa, lo hacía ver deforme cuando andaba a capella, pero si se colgaba una guitarra eléctrica parecía el tipo más normal y sano del mundo.

Publicado en el diario La Unión del 9 de junio de 2011.

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